• Ambas entidades celebraron la undécima edición de `Bosques ARC´ en la que participaron los cruceristas de las regatas ARC y ARC+ que unen la isla con el Caribea
  • Gracias a este proyecto se han plantado más de 2.900 árboles en Gran Canaria 

La Fundación Foresta y la Regata ARC han celebrado entre los meses de octubre y noviembre la undécima edición de la iniciativa ‘Bosques ARC’, con la que contribuyen, cada año, a la reforestación de árboles en Gran Canaria  . 

Este proyecto forma parte de un acuerdo entre la Fundación Foresta y el World Cruising Club, propiciado por el Patronato de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, para facilitar que los barcos que participan en las regatas ARC y ARC+, que unen Gran Canaria con el Caribe, colaboren en el cuidado del entorno natural y contribuyan a la preservación del medio ambiente. 

El gerente de la Fundación Foresta, Sergio Armas, y el director de la Regata ARC, Andrew Bishop, mostraron su satisfacción por el mantenimiento de esta iniciativa, y por la acogida y entusiasmo que mueve, cada año, a los participantes en la regata.

Las actividades de reforestación de árboles en Gran Canaria de esta edición 2020, que tuvieron lugar el pasado 30 de octubre y este viernes, 13 de noviembre, contaron con la participación de 26 regatistas, que tuvieron la oportunidad de adquirir conocimientos sobre la flora grancanaria y aprender a plantar un árbol, incorporando 125 más.

El proyecto de replantación de árboles en Gran Canaria se inició hace once años en el Lomo de las Vacas- en Firgas- y, en 2015, pasó a la finca del Rayo, en el municipio de Teror. En la actualidad, ambas parcelas poseen, aproximadamente, 2.900 árboles que van creciendo para formar los dos bosques ARC de la Isla, puerto origen de la regata.

El primer árbol que se plantó fue un madroño canario y, posteriormente, se inició una cadena que está formada, en la actualidad, por unos 600 regatistas, procedentes de diversas nacionalidades y de todas las edades, que han participado en las distintas ediciones de la ARC y que han querido dejar su huella favoreciendo la plantación de árboles en la cumbre de Gran Canaria. Castaños, madroños, viñátigos, acebiños, barbusanos, palo blancos, follaos, laureles, nispereros e, incluso, tajinastes azules, han sido las especies elegidas para estos dos enclaves únicos en la Isla.

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