El 10 de agosto de 2019 comenzó el primero de los tres grandes incendios que arrasaron 10.000 hectáreas de bosques en la Isla de Gran Canaria. A medida que el fuego avanzaba también empezó a crecer la sensibilidad de la sociedad canaria para volcarse en la recuperación y así la Fundación FORESTA recibió la petición de más de 10.000 personas que querían reforestar las zonas afectadas.
La Fundación Foresta inició el pasado mes de noviembre el plan de voluntariado ambiental 2019/2020 para reforestar las zonas afectadas por estos incendios en los municipios de Valleseco y Artenara.
Para ello hemos utilizado en un 80% la faya (Morella faya) mientras que el 20% restante se distribuye en especies como el brezo (Arbutus canariensis), acebiño (Ilex canariensis) o palo blanco (Picconia excelsa). Estas especies son las más adecuadas para seguir trabajando la creación de barreras verdes. Estas barreras creadas con especies más húmedas que el pino canario, ayuda a aminorar el efecto de los incendios en zonas estratégicas.
2500 voluntarios han participado con la Fundación en las 17 acciones que hemos llevado a cabo durante 4 meses. En estas acciones se han reforestado más de 7500 árboles en zonas abiertas y bajo pinar que han sido regadas con 110.000 litros de agua que son fundamentales para garantizar su éxito.
Las acciones de reforestación llevan asociadas un importante componente educativo ya que la concienciación ambiental es fundamental para que desastres como los ocurridos este verano no vuelvan a suceder o al menos minimizar el impacto que tienen. Para ello aportamos datos de interés sobre el incendio, revalorizamos el patrimonio natural y la biodiversidad de nuestro territorio o trabajamos para promover el consumo de productos de kilómetro 0 o la dinamización de los núcleos poblaciones afectados por los incendios.
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